Pócimas tecnológicas para escritores de hoy

Me gusta aprender. Soy la eterna estudiante. Cuando tengo que hacer algo nuevo, me dedico a leer tutoriales, a preguntar, a practicar. Quiero aprender a hacer las cosas sin depender de nadie. Me gusta ser independiente.
Hace poco, sin embargo, contraté los servicios de MJ Moreno para que se encargase del tema de los formularios de suscriptores y todo lo que girase a su alrededor (gracias, MJ). ¿Por qué? Pues porque es algo que hay que hacer una única vez y me daba pereza dedicarle tiempo. Bueno, por eso y porque MJ acababa de lanzar su oferta de servicios virtuales para escritores y, oye, hay que apoyar a los compis de profesión cuando se puede. Te recomiendo sus servicios.
Debo decir que, además, yo llevaba unos meses con unos problemillas que afectaban a mi memoria y comprensión (el escáner dijo que todo estaba bien, aunque mi cabeza no estaba de acuerdo) y no me apetecía llenarme de más información porque no podía ni retenerla ni asimilarla. Esos problemillas han desaparecido en un alto porcentaje, por suerte, y ya estoy preparada para seguir aprendiendo otras cosas.
Un escritor de hoy es un escritor tecnológico
La única opción que yo veo para ser escritor sin encargarte de nada más que de escribir es tener mucha pasta para contratar a otros y que ellos hagan el trabajo sucio por ti.
Por desgracia, no es mi caso, y me da que tampoco el tuyo, así que nos toca hacer todo el trabajo, el sucio, el limpio y el «así apaño». Tenemos que trabajar y buscar el tiempo para escribir. Pero, espera, no sólo para escribir, sino para estar en redes, para mantener un blog actualizado, para saber posicionarlo, para saber vender.
El mundo del escritor de hoy está en internet, sí o sí. Prepárate para aprender no sólo a escribir novelas ―o novelettes o lo que tú escribas―, sino a moverte por la red como si hubieses vivido ahí durante años.
Renovarse para avanzar o estancarse y quedarse atrás
Hace poco, cambié el diseño del blog porque hice mudanza de WordPress a Webempresa. De esos cambios ya te hablé en este artículo.
Desde que me regalaron mi primer blog en 2007 ―ya te hablé aquí de ese regalo― lo he hecho todo yo. Todo. Mis errores y mis aciertos son míos y estoy muy orgullosa de ambos.
Los errores no son fracasos, no dan vergüenza, no hay que esconderlos. No me importa comentarlos en voz alta porque, de esa manera, no sólo aprendo yo, sino alguien más.
Megatutoriales y guías definitivas: los libros mágicos de los conjuros
No sólo aprendo para saber, sino para tomar mis propias decisiones. Si conozco todas las pócimas y los conjuros, y sé cómo usarlas sin convertirme en rana, no tendré que seguir la ruta que me marcan cuando yo tengo claro que esa ruta no es para mí.
Los megatutoriales y las guías definitivas se han convertido en mi lectura de cabecera por las mañanas. También leo tutoriales y guías que no son mega ni definitivas, no voy a discriminar. Si tienen las mismas recetas de pócimas y puedo contrastar la información para crear mi propia magia, me valen igual. Otra historia es que yo haga caso.
Qué conjuros debemos aprender
Esto tiene trampa porque empieza de una manera muy inocente.
—Para ser escritor, necesitas un blog.
—Ya, pero es que yo no…
—Necesitas visibilidad. Ah, y estar en redes, claro.
Fácil, ¿no? Total, lo de las redes lo tienes dominado porque estás en ellas todos los días. Lo del blog… Bueno, si tu tía tiene uno —tu tía abuela—, no será tan difícil. Así que te pones manos a la obra.
Primer conjuro: el público objetivo
Cuando creías que ya habías hecho los deberes, sale en la conversación lo del público objetivo.
—Tienes que saber quién es tu público objetivo para saber en qué redes moverte y cómo orientar tu blog bla bla bla…
—A ver, si a mí me da…
—Es imprescindible.
Hala, otra tarea pendiente. Por echar un vistazo y aprender, que no quede. A lo mejor, hasta sacas algo bueno de todo esto. Y ya está, ya has hecho todo lo que tenías que hacer. ¿Todo? 😅 ¡Qué va! Estás empezando.
Segundo conjuro: Google Analytics
Ya tienes un blog orientado a un público objetivo y que promocionas en las redes. ¿Está funcionando? ¿Tiene visitas? ¿Qué entradas son las más populares? ¿Desde dónde te leen?
Ha llegado el momento de aprender las pócimas de Google Analytics, que te dará esa información y más. No sin antes estudiar para entenderlo y sacar el máximo partido a todas sus estadísticas. Casi nada, ea.
Tercer conjuro: SEO, las tripas de Google
No te relajes, que todavía queda camino de aprendizaje.
Para que tu público objetivo te encuentre, tiene que haberte encontrado primero Google para mostrarte en sus resultados. ¿Cómo conseguirlo? Sabiendo algo de SEO.
Es decir, sabiendo cosillas como qué longitud deben tener los artículos, o que los relatos no ayudan a posicionarse, o que las palabras que usas en los títulos son importantes (aunque me he saltado esta regla en este artículo).
Hay más, pero lo dejo aquí
Sí, siento decirlo, pero hay más cosas que aprender si quieres tener un blog con artículos molones (¿se dice todavía «molones»? Soy muy vintage) y si quieres tener presencia en internet. Tratamiento de fotos, Mailchimp, Patreon, y más.
No te agobies. No tienes que aprenderlo todo a la vez. De hecho, no tienes que aprenderlo todo. Yo he sobrevivido haciendo caso omiso de casi todo. Ojo, digo «haciendo caso omiso», lo que significa que conozco los conjuros. Para romper las reglas, hay que conocerlas. Y rompiéndolas, he posicionado mi blog en el primer puesto de Google con el tema de las novelettes.
Los blogs que leo ―esto es importante― no tienen nada que ver con escritores. Llevo ya unos cuantos años leyendo todos los artículos de bastantes blogs de escritores y me doy cuenta de que preparamos los mismos conjuros de la misma manera para obtener los mismos resultados. Ojo, que no son resultados malos, ni mucho menos, que funcionan de maravilla. Es sólo que me gusta explorar más allá del perímetro comarcal en el que estoy.
Mi sugerencia, basada en mi experiencia, es que empieces haciendo caso a los escritores. Ya tendrás tiempo de ampliar miras para entender por qué tienes que hacerlo así y para poder hacerlo de otra manera.
¿Merece la pena aprender tanto para ser escritor?
Por supuesto que sí. No sólo aprender tanto, sino aprender de todos. Cada uno aporta su visión y tú debes decidir cuál te convence más, cuál se ajusta a lo que tú estás buscando.
Si amplías tus miras y te sales de los límites establecidos, siempre podrás ir un paso por delante, aunque los demás crean que te estás equivocando.
Aprende a hacer pócimas, crea tus propios conjuros para el tipo de magia que tú necesitas, no para la que los demás creen que necesitas.
¿Te gusta aprender o te da pereza? ¿Qué estás aprendiendo ahora?
Aquí tienes los enlaces que aparecen en el artículo, por si te has perdido alguno.
Qué es una novelette – Isabel Veiga López
Hoy no quiero vivir de escribir – Isabel Veiga López
Los errores de mi blog, 2ª parte – Isabel Veiga López

¿Te gustaría recibir mis newsletters para conversar? Accede al formulario de suscripción desde aquí antes de irte o desde los menús en cualquier momento.


4 Comentarios
Mar
Me encanta!!!! Somos el hombre orquesta de las letras. Afortunada tú que has conseguido que san Google te posicione en número de novelettes. Eso es que has hecho muy requetebién las cosas. Yo, mucho tiempo después, sigo aprendiendo y fallando, pero dicen que en el fracaso está el aprendizaje, ¿cierto?
Genial tu artículo.
Isabel Veiga López
Muchas gracias, Mar.
El fracaso es lo que nos enseña y debería motivarnos a continuar, aunque nos educan para avergonzarnos de nuestros fracasos. Reniego de esa educación y celebro mis errores.
Lo de posicionarme en Google ha sido más -creo yo- por el tema del blog que por el SEO, aunque a éste también le hice algo de caso. Si ha funcionado con un SEO de andar por casa, tendrá que ir mejor cuando siga probando pócimas tecnológicas. Saludos.
Alain
Entre tanto conjuro me siento un poco como la bruja Avería, solo que en lugar de invocar al Mal y al Capital toca invocar al SEO y a Google… Casi que lo del Mal parece un poco más fácil 😅. ¡Estupendo post!
Isabel Veiga López
Muchas gracias.
Lo del Mal es mucho más fácil, dónde va a parar.😂 La tecnología es la brujería de hoy en día, así es como lo veo yo y así lo he querido reflejar. Estoy empachada con tanta megaguía megadefinitiva. Saludos.