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Socializar: el secreto de tu Facebook de escritor
Cada vez que leo un artículo acerca de Facebook para escritores, echo en falta lo más importante: la parte social más allá del muro propio. Si hablamos de redes sociales para escritores, no debemos olvidar la palabra «sociales». Lo que me cuentan esos artículos es la palabra «redes» y cómo usarla desde nuestra propia página / muro / cuenta / perfil. Tener esa información es importante, pero si no se socializa, estamos haciendo la mitad del trabajo. Como escritores, ¿necesitamos Facebook? Y quien dice escritores, dice pintores, artesanos, fotógrafos, etc. Cualquier profesional debe saber quién es su público/cliente y dónde encontrarlo. Si todavía no lo sabes, te faltan pasos por…
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El lector no es un ente único
Me molesta mucho cuando leo afirmaciones del tipo “el lector cerrará tu libro si escribes eso, al lector no le gustará si escribes así”, como si hubiese un único lector, como si fuese un ente único. He dicho que me molesta, pero podría decir que me cabrea -no voy a usar palabrotas porque quiero parecer una chica fina-. Me cabrea porque, aunque no lo parezca, están hablando de mí y no dan ni una. Hablan de mí y de ti, nos agrupan a todos en ese ente único plano y desaborío asignándonos una imagen de juez exageradamente exigente que da al escritor apenas unas pocas líneas de margen antes de…
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Sin miedo a la vida
El día amaneció despejado y con una temperatura perfecta. Arranqué mi moto y salí del garaje dispuesta a disfrutar del camino con una gran sonrisa. Me gusta mucho mi trabajo, así que el buen humor siempre me acompaña a pesar de los problemas que pueda darme la vida. Cuando llegué al geriátrico, pude ver a Marga por la ventana del comedor saludándome con la mano. Cada día me recibía igual, con un saludo y una sonrisa. Era una mujer estupenda de la que aprendí mucho durante su estancia allí. Siempre me ha gustado escuchar y a Marga le gustaba hablar, así que ella satisfacía su necesidad de contar y yo…
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La sinrazón
No nos conocíamos. Podría jurar que nunca antes nos habíamos visto. Sin embargo, a pesar de ser dos completos desconocidos, cuando nuestras miradas se encontraron por primera vez, se propinaron un par de puñetazos en una feroz pelea que apenas duró un segundo. El atacó, yo me defendí. El no ganó, yo resistí. A lo largo de nuestra vida, nos encontramos con personas con las que, desde la primera toma de contacto, no queremos tener ningún trato. Incluso sin haber cruzado ni una palabra, ya hemos decidido que no nos gustan, que nos caen mal, que somos polos opuestos y, por lo tanto, no intentaremos un acercamiento. También puede pasar…