La sinrazón

No nos conocíamos. Podría jurar que nunca antes nos habíamos visto. Sin embargo, a pesar de ser dos completos desconocidos, cuando nuestras miradas se encontraron por primera vez, se propinaron un par de puñetazos en una feroz pelea que apenas duró un segundo. El atacó, yo me defendí. El no ganó, yo resistí.

A lo largo de nuestra vida, nos encontramos con personas con las que, desde la primera toma de contacto, no queremos tener ningún trato. Incluso sin haber cruzado ni una palabra, ya hemos decidido que no nos gustan, que nos caen mal, que somos polos opuestos y, por lo tanto, no intentaremos un acercamiento. También puede pasar lo contrario y con otras conectamos perfectamente. En ambos casos podemos equivocarnos, pero ese primer instinto condicionará nuestra actitud cuando tengamos que tratar con los demás. No debería ser así. Nos sucede incluso con gente a la que nunca hemos tenido delante, como con los famosos que o nos encantan o no soportamos, y no siempre sabemos por qué.

Soy consciente de estas corrientes de energía, por llamarlo de alguna manera, y no dejo que una primera mala impresión me haga perder la oportunidad de conocer a gente estupenda. Es importante no cerrarnos las puertas, todas las experiencias que podamos adquirir en nuestras relaciones sociales son importantes y enriquecerán nuestra vida de una u otra manera. Pueden aportarnos momentos fantásticos o experiencias desagradables que nos ayudarán a aprender para no volver a equivocarnos, aunque no siempre vamos a hacer caso a ese aprendizaje.

Pero él no lo sabe y sigue desafiante buscando mi mirada esperando el siguiente asalto. Yo me mantengo dispuesta a defender mi espacio. No le voy a negar la oportunidad de llevarnos bien, aunque reconozco que no tengo interés por culpa de esa primera impresión. El atacó primero, él debe dar el primer paso, aunque sé que ni lo va a intentar. No me importa. Mi defensa se convierte en indiferencia, que es lo único que merece la sinrazón de la convivencia.


Isabel Veiga López

¿Te gustaría recibir mis newsletters para conversar? Accede al formulario de suscripción desde aquí antes de irte o desde los menús en cualquier momento.

Dos libros (Volver a entender, A Friend of Dorothy Again), dos marcapáginas, en la arena, al lado de una estrella de mar.

4 Comentarios

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Personalizar Cookies
Privacidad