Diferencias principales entre Cuento y Relato

No es que el tema de las diferencias entre cuento y relato estén claras, en general, así que no puedo darte una respuesta rotunda, un «esto es así porque sí». He buscado información en blogs españoles y anglosajones; por una vez, ambos llegan a las mismas conclusiones.
Conocemos los cuentos de Poe, los de Pío Baroja, los de Clarín, los de Cortázar. Se habla de sus cuentos, no de sus relatos. ¿Existe, realmente, una diferencia, hoy en día, entre el cuento y el relato? Pues parece que, aunque esas diferencias existen, ya no se tienen tanto en cuenta como antaño, excepto si lo especifican en un concurso, claro.
Veamos las principales diferencias que me he encontrado cotilleando bastantes artículos.
El cuento (tale)
El cuento es una narración oral o escrita. Los hechos narrados siempre son ficticios y su extensión no es larga. Al menos, no tan larga como una novela.
En un cuento, contamos una historia, una cadena de acontecimientos con los que se encuentra el personaje y cómo afectan al final.
No se trata de qué opciones tenía el personaje y de que su éxito dependía de elegir la correcta. Lo importante es lo que le sucede y cómo lo afronta.
El relato (story)
El relato es una narración escrita. Los hechos narrados pueden ser reales y ficticios. Su extensión puede ser hasta 7.500 palabras (a ver, palabras arriba, palabras abajo). Si te pasas de eso ―y teniendo en cuenta otros factores―, ya estás escribiendo una novelette, que tampoco es mala idea, pero el tema hoy es el relato.
Un relato nos habla del objetivo del protagonista y de cómo una manera específica de resolverlo ha llevado al éxito o al fracaso. No se trata, como en el cuento, de «a alguien le ocurren cosas» sino de «a alguien le ocurren cosas porque persigue un objetivo».
Mejor con un ejemplo
Cuento
Firulais estaba tan tranquilo en el jardín jugando con el pequeño Timmy cuando, de pronto, empieza un terremoto. La familia les grita que entren en el coche, pero Firulais se asusta cuando una grieta en el suelo se interpone entre ellos. La familia, después de mucho insistir e intentar agarrar a Firulais sin éxito, se marcha.
Firulais se queda vagando por los alrededores de su casa, confiando en que la familia volverá. Pasará por una serie de situaciones: aprenderá a buscar comida, conocerá a otros perros y a otras familias ―buenas y malas―, se hará amigo del Michi.
Si queremos dar un final feliz, el pequeño Timmy regresará y se reunirán en un abrazo con risas y lágrimas. Si no queremos que sea tan feliz, Firulais y Michi acabarán juntos con otra buena familia y recordando al pequeño Timmy.
Relato
Firulais ha perdido a su familia debido a un terremoto. Se siente culpable porque no tuvo valor para sortear la grieta en el suelo del jardín. La imagen del pequeño Timmy llorando en el coche mientras se alejaba no le deja dormir. Su objetivo es encontrarlo y reunirse con él.
Para conseguirlo, recorrerá el pueblo, pasará por aventuras en las que conocerá a otros perros, a otras familias, se hará amigo del Michi, a quien explicará su objetivo y, juntos, planearán cómo conseguirlo.
Vamos con un final feliz en el que consigue encontrar al pequeño Timmy después de todos sus esfuerzos.
Analicemos las diferencias
En el cuento, Firulais no tiene un objetivo. Las situaciones que se encuentra son debidas al terremoto. Lo que atrapa al lector es saber qué le ocurre al perro, cómo sortea su nueva vida, cuántas aventuras se encuentra. Puede que, desde el principio, sepamos que la familia de Firulais murió en un accidente al salir del pueblo. Es decir, sabemos que nunca va a conseguir reunirse con ellos. Incluso sabemos que encontró otra buena familia, la que nos cuenta la historia. Aun así, nos engancha.
En el relato, Firulais tiene un objetivo. Las situaciones que se encuentra son provocadas por él, por salir de su zona de confort para conseguir ese objetivo. Lo que atrapa al lector es la curiosidad de saber si lo conseguirá. Las aventuras se usan como piedras en el camino para mantener la tensión en el lector. No sabemos que la familia murió, no sabemos si terminó sus años con otra familia. Todo eso se desvelará al final.
En los dos casos, hay un detonante y aventuras. En el cuento, nos deleitamos con las aventuras de Firulais porque lo que interesa es su historia. En el relato, nos centramos en si alcanzará o no su meta a pesar de todos los obstáculos.
El arco del personaje
En ambos casos, el bueno de Firulais aprenderá cosas y veremos un cambio en él, sea para bien o para mal (más desconfiado, más agresivo, más sabio, más valiente).
Como en cualquier historia, sin importar su longitud, no le decimos al lector «fíjate cómo evoluciona el personaje, fíjate cómo antes era generoso y ahora es egoísta». Lo que hacemos es mostrar ese cambio a través de las aventuras porque cada una le aportará algo diferente que hará que se convierta en el Firulais que vemos al final.
El propósito de la historia
En los orígenes de los cuentos, detrás de cada historia había un mensaje; era para lo que se contaban. Por eso, el desenlace no era importante, sino el nudo. Sí, vale, el desenlace también porque era lo que reforzaba el mensaje, «si abres la puerta a desconocidos, te comen», pero son las acciones del personaje las que tienen más peso porque son las que llevan a ese final aleccionador.
Si pensamos en los cuentos tradicionales, todos nos enseñan algo, aunque se haya perdido ese algo en muchas ocasiones, sobre todo con tanto suavizar la historia para que los niños no se horroricen. No hablar con desconocidos, no fiarse de ellos, no abrirles la puerta, hacer caso a las instrucciones de mamá, la belleza no es lo importante.
A una persona que siempre se está inventando historias ―que sabemos que son mentira― para razonar sus mil y una excusas, la llamamos cuentista. «A mí no me cuentes cuentos», solemos decir. Son historias que narran acontecimientos sin objetivos. Bueno, el objetivo es engañarte, claro.
En conclusión
Como te he dicho al principio, hoy en día no se tienen en cuenta estas diferencias y, posiblemente, puedas mostrarme un cuento y discutirme que no cumple esos puntos que me he esforzado en analizar. Una historia es una historia, sea en cuento o en novela, y engancha al lector por diferentes motivos siempre y cuando esté bien contada. Esto sí que es importante.
Me puedes contar la historia de tu abuela materna, que tuvo una vida de lo más interesante y llegó a ser miembro directivo de una gran empresa, o me puedes contar cómo luchó para conseguir llegar a ese puesto.
En cualquier caso, debes tener claro qué es exactamente lo que quieres contar para, por lo tanto, saber cómo empezar, cómo plantear la trama, los giros, los cliffhangers, el arco del personaje.

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10 Comentarios
Mar
Me ha encantado este post!
Desconocía que existiera esta diferencia y me ha llevado a una ligera reflexión… ¿qué c… escribo entonces yo de vez en cuándo?
ta3isabel@gmail.com
Esa duda es la que me ha llevado a investigar la cuestión. Oigo hablar de los cuentos de una, de los relatos del otro, y me pregunté qué escribía yo. Pues, a veces, ni una cosa ni la otra; tan solo me quedo a gusto escribiendo.
La chica jugando con letras
Muchísimas gracias por tu explicación. Me enredo con este tema sobretodo para los concursos, porque nunca sé bien lo que escribo. Lo guardaré y sé que volveré aquí a menudo. ¡Gracias de nuevo y un abrazo!
Isabel Veiga López
Hola. Gracias a ti por pasarte por aquí y comentar.
Creo que, como tú bien dices, lo más importante es conocer la diferencia si nos enfrentamos a un concurso. Yo tenía curiosidad, nada más. Me alegra haber sido de ayuda. Saludos.
adriana cabrera
Gracias por tu explicación, si bien la frontera es confusa y no hay una autoridad que diga qué es cuento y qué relato, es interesante para entender a veces qué hemos escrito o que estamos leyendo.
Isabel Veiga López
Hola. Sí, a veces es difícil saber cómo etiquetar un texto. Yo creo que, hoy en día, se habla más de relatos. Estas cosas no están escritas en piedra, pero parece que todo el mundo está de acuerdo en esa diferencia que yo no conocía y quise investigar. Gracias a ti por leerme. Saludos.
Natalia Ramón Leblanc
Me ha encantado leerte, Isabel. Muchas gracias.
Isabel Veiga López
Gracias a ti por pasarte por aquí y comentar. Saludos.
Sonia Hernández Sánchez
Me inrerese en tu explicación para encontrar qué es lo que yo escribo :cuento o relato.
Gracias por compartir
Isabel Veiga López
Hola, Sonia. Escribí el artículo por ese mismo motivo, para saber qué es lo que escribo cuando no escribo novela. Espero que te haya servido de ayuda. Muchas gracias por leerme.