2. Respuesta, el teatro de Lorca

Este artículo es la respuesta a la pregunta planteada en: El teatro de Lorca.

La censura de antes

Ay, la censura. Ha estado rondando por nuestro país siglo sí, siglo también, por diferentes motivos, con diferentes “enemigos”. Trabajar de censor, mantener el país moralmente limpio y lustroso alejado de la lujuria popular y ataques rojos, era un no parar. Digo lo de «ataques rojos» porque, si eres español, seguro que el tema de la censura te lleva a la época de Franco. Es lógico.

Los censores cinematográficos, sobre todo durante la dictadura franquista, se lo pasaron pipa viendo películas que no dejarían ver a los demás, disfrutando de la visión de muslos y escotes que luego prohibirían ver al resto del país durante años. Por cierto, la censura en el cine comenzó oficialmente en 1912, mucho antes de Franco, y aprovecharon el doblaje para combatir cualquier inmoralidad, tanto en diálogos como en música.

Pero no sólo el cine se vio afectado, por supuesto. Las sibilinas zarpas de la censura llegaban a todas las artes. Los libros no iban a ser una excepción. Se censuraban no sólo textos, sino autores.

Crear algo sabiendo que podía ser destruido, limitaba la creatividad, la resentía. Había que aprender a ajustarse a las normas, a callarse, a no mostrar todo lo que había que mostrar. La ironía era que, mientras esa creatividad moría de aburrimiento, su hermana gemela aprovechaba su momento de gloria. Era ese tipo de creatividad que se necesitaba para contar lo que se quería sin que el censor encontrase motivos para usar la tijera. Ya sabes, no es lo que dices, sino cómo lo dices. Canciones, obras de teatro, poemas, todos sus autores aprendieron a seguir con su trabajo a pesar de la censura. El público no era tonto y sabía leer entre líneas, menos mal.

La censura de ahora

Menos mal que hoy en día ya no hay censura que decida por nosotros, ¿verdad?

Hoy en día, además, las redes sociales nos permiten demostrar que la libertad de expresión es un hecho y un derecho y todo el mundo lo respeta. Puedes dar tu opinión y no habrá nadie que te insulte, te amenace, te bloquee por no pensar como el rebaño. Y no lo hacen porque no quieren volver a los tiempos de la censura, porque no disfrutan diciendo a los demás qué deben leer, ver, opinar, porque odian a los censores y no les gustaría ser uno de ellos para sentir ese poder.

Si hablamos de literatura, tampoco vemos ya actos de censura, ¿a que no? Ya nadie obliga a los escritores a reescribir libros porque ya nadie considera que los lectores no tienen capacidad de análisis y, por lo tanto, no van a comprender cómo era el mundo en tiempos pasados. Es posible que no se lo pidan al escritor porque ese escritor haya fallecido y otros harán el trabajo, pero ese es un detalle sin importancia.

Vamos con la respuesta

Federico García Lorca no era solamente escritor de poesía y de teatro, sino homosexual. Es decir, era doblemente peligroso (nótese el sarcasmo). Algunos temas sobre los que escribía no eran bien recibidos y se censuraban. Hoy en día, nos parecerían absurdos los motivos, pero así era la vida entonces. En la actualidad de las redes sociales y otros asuntos, hay motivos que son y serán absurdos también, y el debate está ahí.

Vamos con la respuesta. Te preguntaba qué obra de Federico García Lorca fue censurada por inmoral y pornográfica. Como dije, hay que pasar por todas las opciones.

A. Es incorrecta porque no es una obra de Lorca, sino de Francisco Delicado. Fue escrita en Venecia en 1528. La añadí como opción porque el título podía hacer pensar que su autor era García Lorca.

B. Correcta. Yerma fue censurada, por absurdo que parezca, por inmoral y pornográfica. ¿Qué tendrían los censores en mente para ver pornografía en Yerma? O, tal vez, la pregunta correcta sea, ¿qué se entendía por pornografía en aquella época? ¿Y por inmoralidad?

C. Es incorrecta porque, aunque es un texto de Lorca, no es una obra de teatro.

En muchos, demasiados países, la censura sigue, lamentablemente. ¿Serías capaz de ajustarte, hoy en día, a una censura como la de antaño?

Image by Prettysleepy2 from Pixabay


Isabel Veiga López

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Dos libros (Volver a entender, A Friend of Dorothy Again), dos marcapáginas, en la arena, al lado de una estrella de mar.

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