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EL ANTI-RELATO
El día despertó alicaído, con una niebla pertinaz que envolvía la ciudad dándole un aspecto triste , afligido, apenado y, además, gris. A Juanillo, no le gustaba la niebla porque tenía que conducir por carreteras secundarias. Juanillo era un hombre alto, de 42 años. Aunque era sociable, le costaba entablar conversaciones debido a su timidez. Le daba envidia la gente que hacía reír a los demás porque a él nunca le pasaba eso. Cuando llegó al trabajo, Juanillo se encontró con Marga en la sala de descanso. Marga llevaba trabajando en la empresa unos meses más que Juanillo y habían congeniado enseguida porque a los dos les gustaba la misma…